Estás haciendo la compra semanal y recorriendo el pasillo en busca del cereal azucarado favorito de tu hijo. Lo ves, pero cuando te estiras para agarrarlo, tus ojos captan la versión de marca de la tienda: “Círculos de nueces con sabor a miel”. Nombre raro, piensas, pero bueno, cuestan un dólar menos. En lugar de eso, los tiras al carrito.
Esta es una realidad que enfrentan muchos consumidores a medida que aumentan las presiones financieras y las opciones de alternativas asequibles. Esto ha dado lugar a la cultura del “engaño”, en la que los consumidores buscan alternativas rentables que imitan productos de gama alta, a menudo con la marca de una tienda minorista.
Pero, además de las presiones económicas, ¿qué otras cosas impulsan a los consumidores a elegir imitaciones? ¿Y qué decisiones estratégicas pueden adoptar las marcas de productos de consumo masivo para maximizar esta tendencia?
Etiqueta #dupe
Cabe destacar que existe un gran revuelo en línea en torno a la cultura de los dupes. En TikTok, los consumidores comparten sus últimos hallazgos con entusiasmo y tratan los dupes como un truco económico o un secreto bien guardado solo para compradores inteligentes. Investigación de WARCEl 31% de los adultos ha comprado un producto falsificado, y ese número aumenta al 49% entre la generación Z.
La influencia de la Generación Z en el gasto es innegable, y su enfoque en opciones rentables está transformando el comercio minorista. Otro 56% de los compradores de la Generación Z dice que es extremadamente probable o probable que prueben marcas de tiendas para encontrar el "mejor valor", un Informe de la PMLA fsonido
Katie Kelly-Landberg, una colega mía en Quadla agencia de diseño, Niño favorito, dio una idea de esta tendencia en un artículo de eMarketer, “Las tendencias que impulsan la cultura del engaño a la corriente principal”.
Como señala Katie en el artículo de colaboración con eMarketer, “la cultura del engaño aprovecha el sentido de descubrimiento y orgullo del comprador: existe la emoción de encontrar una alternativa de calidad a un precio más bajo. Este enfoque lúdico y astuto del gasto empodera a los consumidores, especialmente a medida que las marcas propias evolucionan para ofrecer productos que brindan a los compradores una pequeña ganancia sin sacrificar la calidad”.
Otra tendencia engañosa: las marcas blancas se vuelven premium
Las marcas propias ya no son sólo alternativas genéricas; ellos son Diseñado cuidadosamente para lucir y sentirse de primera calidad. Tomemos como ejemplo el envase de helado Publix Premium: Rezuma lujo y calidad, reforzando la idea de que los productos de marca blanca no está Solo se trata de ahorros, pero también de experiencia.

El diseño del paquete de Favorite Child para los productos Publix Premium refuerza el lujo.
Los minoristas están recurriendo al diseño, la formulación y el marketing para reposicionar las marcas propias de “alternativa económica” a “secreto mejor guardado”. Aldi, por ejemplo, ha dominado esto, ya que casi el 80% de sus ventas provienen de productos de marca blanca, según NumeradorEstas marcas internas están tan bien elaboradas que a menudo se convierten en favoritas de culto.
Luego está el éxito viral del bloqueador solar de Trader Joe's, una alternativa de Supergoop que encendió TikTok con su fórmula similar y un precio que hizo que los compradores se sintieran como si hubieran ganado la lotería (y no olvidemos el ascenso de elf Beauty, que ahora es una sensación en las redes sociales gracias al posicionamiento estratégico de muchos de sus productos como "dupes").
Lo que es ¿Cuál es el próximo paso para las marcas de CPG en la era de los engaños?
Para las marcas nacionales, el auge de la cultura de los imitadores representa tanto un desafío como una oportunidad. Algunas pueden introducir categorías de menor costo para competir, mientras que otras podrían aprovechar estratégicamente su posicionamiento premium y crear “imitadores” de lujo por tiempo limitado bajo su propio paraguas.
Por otro lado, los minoristas están a la caza de oportunidades de “espacio en blanco” o productos con una fuerte lealtad a la marca que no tienen alternativas asequibles, según Katie. Al desarrollar estratégicamente imitadores con demanda, pueden captar participación de mercado de marcas bien establecidas y, al mismo tiempo, construir su propia base de consumidores leales.
Conclusión: la cultura del engaño ofrece enormes oportunidades
La cultura del engaño no se limita a la reducción de costos, sino que implica un cambio en el estilo de vida. Los consumidores están aceptando la emoción del hallazgo y los minoristas los están satisfaciendo con marcas blancas de primera calidad que difuminan la línea entre “ahorro” y “estatus”.
Las marcas que se apoyen en la cultura del engaño de manera estratégica (a través de un diseño bien pensado, mensajes inteligentes y un fuerte compromiso social) serán las que ganen en esta nueva era del comportamiento de compra del consumidor.
¿Quiere saber más sobre las tendencias que impulsan la cultura del engaño? Lea el artículo completo de eMarketer aquí.